jueves, setiembre 20, 2012

IDENTIDAD Y REALIZACIÓN HUMANA




Por Eiffel Ramírez Avilés

§1. PROBLEMA:
La cuestión de la realización humana tiene muchos puntos a resolver. A grosso modo, mencionaré lo que implica realización humana: a) existencia, b) libertad, c) condiciones biológicas, d) felicidad, e) satisfacción económica y f) identidad. De entre todos ellos saqué este último para resolver la siguiente pregunta: ¿quién soy yo?
Pero, la pregunta por la identidad no se resuelve con una sola frase. Hay que continuar distinguiendo, en este caso, de qué tipo de identidad estamos hablando y sobre la cual trataremos. Así tenemos: a) identidad sexual, b) identidad racial, c) identidad cultural, d) identidad institucional y e) identidad nacional. Nuevamente hemos de sacar sólo un tópico, y es el último mencionado, para así entonces concebir una identidad nacional.
Cuestión 1°: ¿quién soy yo?
Cuestión 2°: ¿Cómo se configura la identidad de una persona en la convivencia con un grupo, a lo que llamamos “identidad nacional”?  

§2. EL HOMBRE:

A.   La pregunta por la identidad es la pregunta por el hombre. ¿De qué estamos hechos los seres humanos? En el fondo también termina siendo la pregunta por el Ser: ¿de dónde provenimos? Aquí, creo yo, hay que rescatar el dualismo que empezó con Parménides, se desarrolló con Platón y creó a un Descartes. Pero no hay que recogerlo en esencia. La tradición dualista mencionaba que el hombre se divide en cosa y espíritu (o alma), y que ambos eran cosas irreconciliables y contradictorias. De esta manera se rechazaba el cuerpo y se le achacaba la culpa de nuestros pecados. Un dualismo así no es más que la vieja Metafísica occidental que causó muchos males.
Lo que queremos esbozar aquí es lo siguiente:
a)    El hombre es un organismo biológico: es decir, el hombre es materia viviente hecha de tejidos, una máquina hecha para auto desarrollarse y supervivir.
b)   El hombre es un ser pensante: es decir, tenemos un cerebro que produce ideas que analiza el mundo, niega y genera una cosmovisión.
El hombre es esas dos cosas, pero no de manera irreconciliable como creían los dualistas tradicionales, sino interdependientes. La dialéctica funciona una vez más aquí, en donde materia e idea confluyen sin separarse.
RESUMEN: El hombre es un organismo vivo que piensa; es, a la vez, materia e idea.
B.   Lo primero que hace un hombre es distinguirse de los demás, en este caso, de la Naturaleza. El hombre, entonces, se reconoce como humano y no como objeto o animal. Este es el primer paso de la identidad, que podemos llamarla identidad universal. Pero hay algo más que debemos agregar para seguir construyendo esta identidad. Tocamos ahora el tema de la procedencia: ¿De dónde procede el hombre? Efectivamente, del hombre mismo. Que otros busquen otras fuentes –quizá las aguas manantiales de la Metafísica- lo dejamos en su camino tortuoso. Aquí la pregunta por el cuándo es inútil. Si antes no éramos homínidos no interesa; sólo basta que ahora existe la raza humana. ¿Eran hombres o no los indígenas de América? Por supuesto. ¿Eran hombres o no los esclavos negros? Claro que sí. El hijo que salga del vientre de una madre humana es humano, por más que sea un fenómeno natural, o que no tenga la facultad correcta del pensar o que probabilísticamente sea después un despiadado asesino. Aquí nos topamos ya con el tema de la igualdad de los hombres.

RESUMEN: El hombre, que es materia y pensamiento a la vez, se identifica como humano por la procedencia, es decir, de que proviene de otro humano que le da esa calidad. Llamamos a esto identidad universal.

§3. EL HOMBRE Y SU CONTORNO:
Hecho este primer paso sobre la identidad humana, cabe ahora ver al hombre en su propio grupo. “El hombre que vive fuera de la polis es una bestia o es un dios”. La gran frase de Aristóteles puede ser traída aquí de distinta manera. En aquel entonces lo que tenía un sentido de superioridad griega, hoy confirma tan sólo la imposibilidad de que un hombre se desenvuelva a espaldas del grupo de donde nació o donde se desenvuelve. “Animal político”, afirma Aristóteles. Efectivamente, eso es lo que somos. Sabemos muy bien que el hombre no se forjó bajo un mismo grupo social, sino que se formaron distintas razas y culturas esparcidas por todo el orbe. La cuestión sigue así entonces: el hombre reconoce a su grupo y se siente miembro de él; asume sus valores y sus costumbres. Esto se conoce con el nombre de socialización.

RESUMEN: El hombre se identifica con el grupo donde se desenvuelve, interioriza las normas de convivencia y acepta ahora ya su procedencia racial. Esto es lo que se llama “identidad social”.


§4. IDENTIDAD DE UNA NACIÓN Y AUGE:
Los grandes imperios que ha habido en el Mundo tuvieron muchas cosas en común. Entre ellas lo que llamo identificación como imperio. Ya no es esa identidad con la pequeña tribu, sino que ahora aumenta la escala. Esto se da sobre todo en procesos de colonización. Egipto, Roma, Persia; no yendo tan lejos: Inglaterra, Francia, Alemania. El carácter común a estas naciones es que han conseguido la unidad de sus respectivos pueblos. Es cierto, pueden haber contradicciones intrínsecas a ellos mismos (verbigracia: lucha de clases), pero en el fondo seguirá existiendo el denominador común que los une: identidad con su nación y esa especie de ego del imaginario popular que los hace sentirse por encima del resto. Por ejemplo: el soldado romano de los siglos del apogeo (II-I a. C.) no ganaba las batallas sólo por las armas que llevaba o por las tácticas que empleaba. Fundamentalmente era porque detrás tenía a la Roma misma, la patria unida y consolidada que había superado sus conflictos tribales para erigirse como imperio. El soldado romano –como también el ciudadano romano- se identificaba con su patria grande y gloriosa.
Se llama auge en este contexto, cuando un reino, imperio o Estado en general llega al máximo esplendor de su potencialidad en todas sus facetas. El auge se da sólo en una nación unificada y que tiene un porvenir común. La pregunta, entonces, de cómo han surgido imperios tan vastos en la tierra queda resuelta. Hubo hombres que reconocieron valores comunes, finalidades compartidas y entre estos la afirmación de una raza. Tomemos por ejemplo a España. Los españoles refugiados en el Norte de la península ibérica resistieron con valentía la arremetida de los árabes en la Edad Media. Les tomó ocho siglos para afianzarse y reconocerse como españoles y expulsar a los árabes de España. Luego, con Carlos V, España ya era dueño de más de media América. Así, los imperios surgen de acuerdo al grado de identidad que asumen, porque la identidad es fuente de unión y fortaleza. Hoy en día esa identidad se mantiene en los Estados modernos que son potencia.
RESUMEN: La identidad de un hombre con su contorno genera la grandeza de un pueblo. Históricamente, las naciones que se identificaron como imperios llegaron al auge.

§5. IDENTIDAD Y DIALÉCTICA:
De la identidad universal hemos pasado hacia la identidad nacional. Pero cabe esbozar ahora el concepto de identidad y qué relación tiene con la dialéctica.
a)    Identidad significa reconocernos valorativamente y afirmarlo. En cualquier campo donde se use el término “identidad” se requiere de un asentimiento. Porque identidad no es resignación, sino afirmación de lo que somos. Colegimos de aquí que “identidad nacional” es reconocerse con la nación a la que pertenece, tanto en su historia, cultura y fines.
b)   La dialéctica es ante todo un proceso, en donde dos puntos marcadamente opuestos mantienen una relación común posibilitando así su existencia. Es decir, en plena contradicción de dos objetos existe una identidad. Vida y muerte, Sol y ocaso, arriba y abajo. El concepto de dialéctica conlleva en sí el concepto de identidad.
Aplicando a lo que se estaba exponiendo líneas arriba, una nación que ha conseguido su unidad, y por ende, su identidad nacional, puede tener dentro de sí una serie de contradicciones. Sin embargo, éstas no causarán su ruina o desintegración. La dialéctica no desune, al contrario, afirma la unidad –manteniendo, claro está, la pluralidad-, y por ende, la identidad. Verbigracia: La lucha de clases que desembocó en la Comuna de París, fue una masacre para el pueblo francés, pero que jamás hizo que Francia se desintegrara.
RESUMEN: La cuestión de la identidad puede ser resuelta a través de la dialéctica, en donde ante el aparente problema de la identidad en lo múltiple, nos hace ver que unidad y pluralidad son dos caras de la misma moneda.

      §6. CONCLUSIÓN:

·         De la cuestión 1°: Volvemos a la pregunta inicial: ¿quién soy yo? Entonces digo: yo soy un organismo que piensa. Descartes estaba en las mismas, pero tenía otro fin. El primer paso de la identidad es reconocerse como humanos. La calidad de ser humano no la da nadie ni la quita nadie; se es humano por el simple hecho de provenir de otro humano.
·         De la cuestión 2°: Ahora bien, el yo nunca puede separarse de los otros, del grupo al que pertenece. No basta decir que yo soy una cosa pensante. Saltemos un plano mayor: yo soy un ser que coexiste con otros seres. De mi identidad de humano pasamos a una identidad con el grupo; ello se debe a un proceso de socialización, educación y afirmación. La identidad nacional se configura cuando al niño se le impone los valores y normas que una sociedad ha establecido. El hombre irá afirmando o negando (quizá hasta puede renunciar a dicha identidad, es posible) con el tiempo las mismas.

§7. EXCURSUS: EL PORVENIR DE UNA PATRIA:
¿Qué queda de esos países como el nuestro que no ha conseguido tal identidad nacional? El debate de lo uno y lo múltiple está presente entre nosotros mismos, los peruanos. Nunca se estará más cerca de la Grecia antigua que ahora, cuando nos aquejan los mismos problemas. Ante tanta diversidad, ¿qué es el Perú? Los que creían un Perú unido en el siglo XIX, 1879 les hizo pisar tierra. Un siglo después recién teníamos una reforma agraria. Muchas veces se pensó –lamentablemente se piensa aún- que el Perú debe representar las raíces ancestrales que nos heredó el Incanato. Pero por otro lado muchos pretenden hacer de la patria un típico modelo occidental –sobre todo europeo. Como pequeño ejemplo tenemos el debate Vargas llosa-María Arguedas. El Perú debe resolver la cuestión de la unidad y la pluralidad. Sólo así saldrá del atraso económico y la desunión.








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